lunes, 3 de mayo de 2010

Hormigas


Hoy salí descalza a la tienda por la mañana, con el sol iluminando mi rostro, desconcertada me puse a observar a un pájaro de pecho rojo que cantaba y cantaba sin preocuparse de nada.

Lo envidié tanto, tan pequeño e indefenso, pero a su vez tan poderoso que pudo hacerme vibrar en menos tiempo de lo que cualquier hombre pudiese hacer con mi anatomía.


Mientras me deleitaba con su canto me di cuenta de que mis pies se convertían en obstáculos impresionantes para las hormigas, yo estaba impidiendo su paso y ellas no hacían nada al respecto.

Pensé seriamente en aniquilarlas, ya que está por de más decir que soy más alta y fuerte que ellas, sin embargo me ganaron la batalla... se subieron unas tres, quizá cuatro hormiguitas a mi pie derecho y en sincronía me picaron.

Pude haberme movido... claro, pude haberlas pisado... también, pero no quizé... disfruté del dolor hasta que solo pasó, después seguí caminando hasta la tienda y de regreso sólo evité a las hormigas.

¿Qué quiero decir con esto?

Creo que muchas veces así es la vida... el gorrión no es sólo una distracción, son los pequeños detalles que le dan vida a tu vida y que te demuestran que puedes seguir cantando y siendo radiante aunque el calentamiento global esté a todo lo que da, a él no le importa.


Las hormigas son como los problemas, tan pequeños, tan insignificantes... claro que duelen, pero tú decides si te pican o no y decidas lo que decidas es una muestra de valentía ya que afrontas lo que venga.

Yo decidí dejar que me picaran, me dolió muchísimo, como mis pequeños problemitas, pero después disfrute el dolor (y no por masoquismo) por que me permiten sentirme viva, saber que sigo en pie.


No hice nada para quitarmelas de encima es cierto, tampoco para remediar el dolor... ni me quejé, ni me inmuté, pero sólo pasó ... como los problemas, exactamente igual.


Al final esquivé a las hormigas como ahora lo hago con las circunstancias... no tiene caso volver a pasar por un lugar dónde ya te lastimaron.
No tiene caso volver.


... Pero si tiene caso seguir viviendo.

- Cristina García.